El horario de las comidas es algo muy debatido en la industria del fitness y la nutrición. ¿Realmente importa el horario de las comidas? ¿Hay que comer en determinados momentos del día o se corre el riesgo de no progresar en la dieta? ¿Comer antes de acostarse te hará acumular rápidamente grasa en los muslos y los abdominales inferiores? ¡Es hora de aclarar la confusión! El horario de las comidas no tiene por qué ser tan complicado como se dice, siempre y cuando se recuerden algunos datos clave. Analicemos cinco mitos sobre el horario de las comidas y pongamos las cosas en claro.

5 mitos sobre el horario de las comidas que debes conocer

1. Debes desayunar dentro de los 30 minutos después de despertarte

El primer mito que hay que conocer es el del desayuno. A la gente se le ha dicho que debe consumir alimentos, por lo general dentro de los 30 minutos después de despertarse, con el fin de asegurarse de que cargan sus metabolismos y que la quema de grasa se pone en marcha. Sin embargo, esto no es exacto.

Recuerda que tu cuerpo no se va a apagar durante la noche, por lo que tu tasa metabólica sigue funcionando cuando se despierta. No es que no quemes calorías por la mañana si no comes, así que quítate esa idea de la cabeza. Algunas personas no tienen hambre a primera hora del día y, en esos casos, está bien comer una hora o incluso dos horas después de despertarse.

Dicho esto, debes conocer tu cuerpo. Algunas personas que se saltan el desayuno tienden a sentir hambre más tarde en el día y se dan un atracón por la noche debido a ello. Si ese es tu caso, es más inteligente comer algo nada más levantarte por la mañana. Aprende lo que funciona mejor para ti y tu cuerpo, pero ten en cuenta que no hay una regla rígida que te obligue a tomar un desayuno saludable nada más levantarte.

2. Tu cuerpo perderá masa muscular si no comes cada 3 horas

Otro mito común que se difunde, especialmente en aquellos que buscan activamente construir músculo, es que debes consumir alimentos al menos cada tres horas o correrás el riesgo de perder masa muscular. La idea viene de que si pasas más de tres horas sin comer, tu cuerpo podría empezar a utilizar el tejido muscular como fuente de combustible.

¡Relájate, esto no es exacto! Tu cuerpo tarda horas en digerir una comida, así que después de tres horas, siempre que estés comiendo una ingesta razonable de calorías cada día, todavía tendrás combustible suministrado al cuerpo. Se necesita mucho más de tres horas sin comer para entrar en un estado catabólico, así que no te estreses si faltan cuatro o incluso cinco horas para tu próxima comida. Programa tus comidas diarias de forma que se adapten a tu estilo de vida. Algunas personas están demasiado ocupadas para comer cada tres horas y eso está bien. Lo que realmente importa es que recibas tus nutrientes al final del día.

3. Comer a la hora de acostarte provocará un rápido aumento de la grasa

Ahora llegamos al mito que todo el mundo ha escuchado al menos una vez: comer antes de acostarse te hace ganar grasa rápidamente. De nuevo, esto no es exacto. Por supuesto, comer patatas fritas, pasteles, galletas, pizza u otros alimentos ricos en calorías, grasas o azúcares puede aumentar el riesgo de ganar grasa corporal. Sin embargo, el acto de comer por sí solo no lo hace.

La gran razón por la que las personas tienden a perder peso cuando deciden eliminar su merienda nocturna se debe simplemente a lo que estaban merendando en primer lugar. Si planeas comer un snack saludable y también te aseguras de tener en cuenta las calorías que representa en el total de calorías diarias, puedes estar tranquilo sabiendo que no vas a ganar peso por ello. De hecho, tomar un snack ligero a base de proteínas antes de acostarse puede ser bueno, ya que evitará que te despiertes con hambre a mitad de la noche. Limita este snack a unas 200-250 calorías y estará todo bien.

4. Las comidas frecuentes estimulan el metabolismo

Otro mito común es el de la potenciación del metabolismo. ¿Crees que comer seis mini comidas al día significa una tasa metabólica ultrarrápida? Si es así, te han engañado. Lo que hay que tener en cuenta sobre la frecuencia de las comidas y su tasa metabólica es que es cierto que experimentarás un impulso metabólico cuando consumas alimentos después de una comida. Pero, ese impulso está directamente relacionado con el contenido total de calorías de los alimentos que consumes. Por lo tanto, una comida más pequeña produce un impulso metabólico menor y una comida más grande produce uno mayor.

Por lo tanto, tanto si tienes seis "aumentos más pequeños" como tres "aumentos más grandes", al final del día, siempre que la ingesta de calorías sea la misma en cualquiera de los dos casos, la mejora metabólica total también será la misma. Comer con frecuencia no significa que tu tasa metabólica se dispare. Aunque puede ayudarte a controlar mejor el hambre comiendo más a menudo, no tendrá un impacto en tu tasa metabólica.

5. Picar es la mejor estrategia de control de peso

Finalmente, el último mito sobre el horario de las comidas que debes conocer es el mito del picoteo. Algunas personas creen que picando todo el día, pueden ver mayores resultados de pérdida de grasa. Una vez más, este no es el caso. El problema es que, a menudo, estas personas pierden la cuenta de cuánto "picotean" y, de hecho, ingieren una cantidad bastante elevada de calorías mientras lo hacen. Además, nunca se sienten realmente satisfechos, ya que no están comiendo una comida completa con todos los grupos de alimentos. Aunque un snack de vez en cuando está bien, no dejes de comer comidas completas y equilibradas. Es la clave del éxito de la nutrición.

¿Has creído alguno de estos mitos sobre el horario de las comidas? Si es así, haz algunos cambios en la forma de ver tu plan de nutrición para asegurarte de que te mantienes en el camino del éxito.

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